El siguiente artículo propone reconocer una afinidad entre dos grandes referentes para la disciplina artística de principios del siglo veinte: Paul Cézanne y Gustav Mahler. Esta afinidad se ha articulado a partir de una comprensión del quehacer artístico que involucra la experiencia sensible y la singularidad de la sensación subjetiva como aspectos constitutivos de la obra de arte, reformulando la noción tradicional de obra como una unidad cerrada, sujeta a normas universales. Desde este lugar, planteamos que los trabajos cezanniano y mahleriano representan una actualización de los sistemas de creación tradicionales, recogiendo una tradición que no rechazan, pero que sí redefinen desde su propia inscripción en aquel espacio; esto producto de una conciencia de la condición histórica de la actividad artística, que permitió una reflexión en torno a los recursos del pasado y no supuso una destrucción de los mismos. De este modo, asumimos la obra de Cézanne y Mahler como una herencia de la tradición artística, a la vez que el inicio de un camino hacia la aparición de nuevos lenguajes en la pintura y en la música.
Salaberry Moya, J. (2018). La pintura de Cézanne y la música de Mahler: experiencia, singularidad, actualización. Revista De Teoría Del Arte, (31/32), pp. 28–41. Recuperado a partir de https://ultimadecada.uchile.cl/index.php/RTA/article/view/49283